“El hombre se viste de pijama:” …
En los días que corren hemos cambiado la ventana con la que vemos el mundo, antes lo veíamos con nuestros ojos ahora la vemos a través de pantallas. Hace años el ser humano necesitaba el protocolo como sustento de la cultura: el vestir, el lenguaje, las formas … hoy en día decide vestirse de pijama. Lo que hace años era una imposición y una reclusión teñida de pijamas a rayas, hoy en día el hombre lo elige. Algo que aparentemente es obvio tiene una trascendencia mayor dentro de lo que ocurre en los adentros: El hombre decidió no tener mundo interior; lo vendió, lo desechó, lo despreció, lo dejó morir … y en esa caída hacia lo estéril, el hombre se sentía satisfecho. Ahora cuando los días pasan encerrados entre cuatro paredes, donde el miedo da paso a la amputación del sentir de la vida, del entendimiento de la misma en su plenitud, el hombre se aburre, el hombre necesita algo con lo que llenar “el impecable minuto, con el valor de los 60 segundos de la distancia final”, como decía Kipling. Ohhh !! pobre de él !!! que traigan los bufones !!! que vengan a hacerme compañía !!!, necesito mi séquito de Netflix, de Spotify, de Youtube, Facebook, o de lo que sea, pero por Dios !!, que alguien me ayude a llenar este vacío, que el abismo de la soledad me hace mirar de frente. Pobre de él, no se da cuenta que aunque pueda salir a la calle, aunque pueda viajar en avión, visitar cualquier lugar del mundo, aunque pueda subir la montaña más alta, o bajar al valle más profundo, aunque pueda tener toda la música en un solo botón, aunque pueda ver todas las películas una detrás de otra, aunque pueda tener todas las series del mundo como un adicto al siguiente capítulo, aunque pueda tener todos lo derechos que ahora parece ser que no tiene por este estado de alarma … aunque el crea tener todo, y yo siga aquí entre mis cuatro paredes, un día más, una semana más, un mes más, una vida entera … yo siempre seré un hombre libre y ellos NO, nunca podrán atisbar lo que significa el horizonte. No existe un hombre más ridículo que aquel que acepta una verdad porque no es capaz de refutarla.
Todo esto me lleva lo que decía Max Estrella del señor Valle-Inclán sobre la literatura: la literatura es colorao, pingajo y hambre. Sí señor !!!, y hambre. Ahh !!! pero terrible desdicha el no haber luchado por tu indigencia, pobre de aquel que no sea rey soberano de su propia miseria, nadie gobierna mi hambre salvo mi propia persona. Qué terrible repulsa me produce las palabras solidaridad, misericordia, altruismo … y aunque se me pueda ver a veces como misántropo anacoreta, ojalá fuese así!!!, mi filantropía moral y no deseada, es la desgracia de mi vida. “Ayudemos a los músicos!!!”, “no tienen conciertos!!!”, “Qué serán de ellos !!!”, “firma esta petición para que el gobierno les proporcionen ayudas!!” … me ponéis enfermo, enfermo de espíritu … Todas esas personas que son tan solidarias son una de tantos de las que contratan spotify, no compran tu disco porque eso ya está obsoleto - como si ganarse la vida tuviese fecha de caducidad-, no van a los conciertos, y si van miran a cuanto asciende la entrada, y si juega su equipo favorito olvídese de que vaya haber alguien en cualquier lugar cultural, son los mismo que te desprecian por ser creador, y lo que es aún peor a la obra, a la cultura como condicionamiento de la sociedad. Mi repulsa ante tal tipo de esperpentos, ojalá fuesen goyescos, llega hasta la nausea. No necesito la ayuda envenenada que os va hacer cotizaros dentro de la moral del rebaño, solo quiero lo que me es legítimo y que no quede retorcido por los necios. Si todo el mundo pagase por lo que vale la cultura no por lo que cuesta, ningún músico necesitaría ayuda en estos momentos. Esto me lleva a una posición más firme que la que adoptan la mayoría de los músicos en estos días: el hecho de llenar las redes de música para ayudar a alimentar esas vidas vacías. Mi tendencia es la contraria, no regalarles nada y menos en estos momentos convulsos - exacto, no soy solidario y huyo de eso mismo, entiendo el apoyo mutuo entre iguales, no así la solidaridad- , y si algún día se volviese a la normalidad impostada, soñaría con una subida del precio de la música ahora que son conocedores de su importancia, apoyaría cualquier moción que hiciese que los creadores abandonasen las plataformas de compartición, pero claro para eso los mismos músicos deberían estar más preocupados por la obra y el arte que de los aplausos, vaya !! terrible contradicción !!!, pareciera como si muchos de los que ostentan la creación se encuentran en el otro lado de la línea, cerca del hombre apoltronado siendo bufón de espectáculo y cacerola, donde dicho hombre de sillón y pijama se siente cada vez más mórbido al sentirse seguro de tener a la cultura para su disfrute, Ahhh !!! pobre de él si algún día se diese cuenta que a la misma cultura que tiene para uso y abuso,se puede retorcer y volverse en su contra … que ¿A quién regalaría la música?, solo regalaría mi música a aquellos que son capaces de reconocer semejante regalo divino, pero de nuevo!!!, qué absurda contradicción!!!, aquellos que son refinados y son conocedores de semejante suerte de disfrute, son los primeros en querer pagar por lo que vale cada segundo de arte … como se puede ver he puesto mis botas encima de la mesa, mis botas llenas de barro, y como decía don Ramón, esto es un alegato a mi filosofía: en polvo eres y en polvo te convertirás …
El hombre se viste de pijama

Post Written By
fergiron.com | Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.Fernando Girón
“Fernando Girón es un músico en alguna medida dentro de su cabeza. Esta disciplina convive con la inquietud de tantas cosas que acaba siendo el Krakatoa antes de su erupción. Un día se puede levantar queriendo escribir una obra de teatro, y después de comer pretende regrabar el disco “Meet the Rhythmn section” de Art Pepper.
Lo último de Fernando Girón
Deja un comentario
Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.